martes, 22 de octubre de 2013

Holi.


Tengo ideas, más o menos, de como se seguir la novela, pero como casi no tengo tiempo de escribir pues no lo hago y, además, sé que poca gente la lee y me gustaría que más gente la leyese. 

Me gustaría que me dijerais que es lo que más os gusta y que es lo que menos, o si hay algo que no os gusta y yo haré lo posible por cambiarlo. 

No sé si me he explicado bien o no, si no entendéis lo que quiero decir, pues decirmelo y me intentaré explicar mejor.

Si comentáis os lo agradecería mucho. 

O, al menos, un me gusta a esta entrada con el sentido de que os gusta y queréis que siga y si no os gusta pues darle a no me gusta o comentar, pls :)))

Besitos, Ainhoa <3

sábado, 27 de julio de 2013

Jaleo...


Siento que haya un lío de capítulos.

Que el cuatro y cinco estén aquí arriba y eso. Es que estoy retocándolos y no se lo que pasa que se han subido para arriba.

Ya no los toco más :s

Besoooos :3

Capítulo 5: ¿Por qué? ¿No puedo?


Pasaron varios días y ya era hora de irme de París y poner rumbo a Los Ángeles  Nos tuvimos que levantar pronto para poder tenerlo listo dos horas antes de que el avión despegase. Yo aún no entiendo porque ahí que estar dos horas antes en el aeropuerto. Cogí mis maletas y las puse en el taxi. Echaré de menos está casa me gustaba mucho y la ciudad es genial, una de las mejores en las que he estado, espero que la casa de LA me guste más.

Cuando ya lo tuvimos todo listo, nos montamos en el taxi y nos pusimos rumbo al aeropuerto que nos llevaría rumbo a Los Ángeles. Estaba nerviosa. Nunca había en una ciudad cómo esa y además, no me iba a servir de nada el profesor que me había puesto mi padre, allí tendría que ir a un colegio. Solo espero que no sea un internado o un instituto para pijos. Los odio, no los soporto. No soporto a la gente que te mira por encima del hombro creyéndose mejor que tú solo porque no hagas lo que ha ellos le gusta o no vistas cómo ellos quieren. "Tienen envidia de ver que tu vida es mejor que la suya" es lo que siempre digo yo y creo que es lo que piensan la mayoría de las personas.

-¿Vas a dormir en el avión? - me pregunta Niko interrumpiendo mis pensamientos.
-¿Qué?
-¿Qué si vas a dormir en el avión?
-Supongo que sí. Tengo sueño, ¿y tú?
-Supongo que también.
-Es que el trayecto es bastante largo.
-Sí, tenemos que pasar un océano entero.
-¡Que guay! Vamos a sobrevolar el océano.

Mi hermano empezó a reírse de mi comentario. Me veía tan infantil que se reía de todos mis comentarios. Decía que parecía una niña pequeña diciendo eso.

-No te rías de mí.
-¿Por qué? ¿No puedo? - me pregunta él entre risas.
-No, no re dejo - empecé a reírme yo también por la cara que puso.
-Ahora te ríes tú de mí.
-Es tu cara es buenísima.
-Que mala eres.

Dicho eso se dio la vuelta y se puso a mirar el paisaje.

-No te enfades conmigo, me tendría que enfadar yo contigo por reírte tú primero.
-No me he enfadado tonta - me dijo pellizcándome la mejilla.
-Ay! Qué me haces daño.
-Tú siempre quejándote.
-No me quejo, solo que me has echo daño. Seguro que ahora tengo la mejilla roja - dije acariandome la mejilla.
-Que delicada se ha vuelto la niña.
-Ya hemos llegado, venga bajar del coche - dijo mi padre.

Hora de sumerjirme otra vez en mis pensamientos hasta que montamos en el avión y me duerma.
Estuvimos dos horas esperando. Yo ya estaba aburrida de esperar y me alere mucho al oir la llamada de nuestro avión. Subimos al avión y una azafata muy maja nos indico nuestros asientos. Mi hermano se le quedó mirando, seguro que le había gustado su fisico y ahora me mandaria a que le pidiera su número para él, así que para ahorrarme tener que ir me puse deprisa mis auricules, enchufé el iPod y cerré los ojos en señal de que quería dormir.

Me desperté sobresaltada, había tenido una pesadilla en la que el avión en el que iba se eatrellaba. Me levante rápido de mi asiento y me dirigí al aseo. Una vez allí me lavé la cara, tenía unas ojeras terribles.

-Qué guapa que eres Ainhoa - me dije a mi misma con tono irónico.

No sé porque pero empecé a poner caras raras frente al espejo. Es una cosa que solía hacer con Alba, la echaba de menos, desde que hablé con Nuria no he vuelto a saber nada de ella. La muy tonta no me llamaba ni en un rato libre que tuviese. Yo la había llamado ya unas cuatro veces y todas me salía que tenía el móvil apagado o fuera de cobertura. Casi nunca tenía el móvil enchufado decía que si no le distraía mucho. Salí del aseo y volví a mi asiento. Mi hermano y mis padres estaban durmiendo, yo intenté volver ha hacerlo pero era imposible no podía. Cogí mi móvil y me puse a mirar Twitter. Vi una cosa que me hizo sobresaltarme un poco, One Direction iba a viajar a EEUU en tres días, ojalá vayan a LA, me gustaría verlos aún que sea de lejos.

Una voz nos indicó que teníamos que atarnos los cinturones que íbamos a aterrizar. Empecé a sentir un cosquilleo en mi barriga, sentía que el tiempo que iba a pasar en Los Ángeles iba a ser inolvidable pero no sabía por que.

Nis dirigimos todos a por nuestras maletas. Las buscamos durante un rato ya que no aparecían. Luego, salimos del aeropuerto y había un chico joven con un cartel en el que estaba puesto nuestro apellido. Mi padre se acercó ha hablar con él y después de cinco minutos nos indicó que nos acercáramos.


Capítulo 4: ¡Dime que sí!


Llegamos a casa y yo me fui directa a la ducha, estaba toda sudada y lo odiaba. Me tiré mi tiempo para ducharme, me gusta que el agua caiga sobre mí. Después de casi cuarenta y cinco minutos salí y acto seguido entró mi hermano. Me estaba peinando cuando algo vibró, me acerque hasta la cama que es donde esta el móvil, lo desbloqueé y vi que era un mensaje de Nuria:

N: ¡Tengo algo que decirte! Ponte en Skype :)

A saber que me tiene que contar. Me termine de peinar y me puse la camiseta del pijama y unas mayas. Enchufé el ordenador y me conecté a Skype, enseguida me llegó el mensaje de Nuria invitándome a una Video Llamada.

-Hola Fofuuuuu - dijo Nuria gritando.
-JAJAJA Hola Honoluluuuu - dije yo al mismo tono.
-No me llames así, sabes que no me gusta.
-No me llames tu tampoco así.
-Yo te llamo como quiera. Bueno a lo que iba, ¿qué tal?
-Serás... Yo muy bien, aquí se está muy bien aun que solo llevo dos días, - dije riéndome- ¿y tú qué tal? ¿Todo bien por allí?
-Yo genial. Sí, por aquí todo bien. A Alba desde que te fuiste no la he vuelto a ver y con Alberto acabo de quedar, viene ahora a mi casa.
-Ya sabes, Alba siempre tan ocupada. ¡Que bien! Así le veo.
-Sí, vendrá en diez minutos.
-Aquí le esperamos - nos reímos las dos - Oye, una cosa.
-Dime.
-¿Qué me tenías que decir?
-Ah! Si. ¿Te acuerdas que te dije que mi padre estaba hablando con unos familiares de allí de LA para ver ir me podía ir a estudiar un año allí?
-Claro, como olvidarlo. Si casi me matas cuando me lo contaste - le recordé.
-Pues me voy a Los Angeles en seis días.
-¿QUÉ?
-Cómo que que, pues eso que me voy a LOS ANGELES - gritó levantándose de la silla y gritando.

Yo me empecé a reír al verla en esa situación. La pregunta que yo me hacia ahora era: ¿Nos veríamos en Los Angeles?

-¿Sabes una cosa?
-Si no me la dices pues cómo que no.
-Yo también voy a ir Los Angeles.
-¿Qué?¿Cuándo?¿Por qué?¿Nos veremos? ¡Dime que sí!
-Jajajaja - no pude contenerme la risa - A ver a mi padre ahora le han asignado LA y pues eso, que dentro de unos días voy para allá y supongo que si que nos veremos. SÍ.
-¡Que guay! Tengo ganas de que llegue ya la semana que viene - en ese momento se oye a la madre de Nuria, la estaba llamando - Ahora vuelvo, no te vayas.
-No, tranquila, no me muevo.

Me levante y fui a cambiarme la camiseta. Me puse una de manga corta color azul cielo. Era una de mis preferidas. Era básica, simple, pero no sé, tenía algo que hacia que fuese una de mis preferidas.

-Oye, tú, ¿dónde estás? - me dijo Nuria - que he traído al Zanahorio.
-Ya, ya estoy. HOLA ZANAHORIOOO.
-Hola Fofuuuuu. ¿Qué tal?
-Bastante bien, ¿y tu?
-Muy bien.

Estuvimos hablando bastante rato hasta que me llamaron para comer.
Bajé a comer, mi madre me pidió que le ayudase a poner la mesa y eso hice.
-¿Qué comemos?
-Macarrones al horno.
-Mm.. rico rico.
-Cuando termines de poner la mesa, sube y llama a tu hermano y a tu padre.
-Vale.

Cuando termine de poner la mesa subí y los llame. La comida transcurrió como otra cualquiera, hablamos de lo que haríamos y nos reímos un poco. Luego, me tumbé un poco a dormir la siesta. Me desperté un poco tarde, eran las siete de la tarde. Ese día no me apetecía hacer nada así que me quedé en la cama y le mandé un mensaje a mi prima diciéndole  a dónde iría después de París.



Capítulo 25: Pero... No te puedes ir.

-No, por favor, mamá.
-Ainhoa, yo no puedo hacer nada.
-Claro que puedes y tanto que puedes. ¿Cómo no vas a poder?
-Sabes que tu padre no puede dejar de trabajar.
-Eso lo sé, pero se podría quedar en un lugar ya de una vez -digo apunto de estallar. No me pueden hacer esto otra vez.

Él se podría ir, viajar y luego volver, y nosotros quedarnos aquí.

-Sabes que lo de las mudanzas no es cosa de tu padre. Además, le han dicho que ya es el último viaje.
-¿El ultimo viaje?
-El ultimo no, porque hará más pero se refieren a que no son de tanto tiempo.
-¿Entonces ya nos quedamos en Europa?
-Si, exactamente en España.
-¿España de nuevo? Que raro que le den el mismo lugar...
-Si, eso dijeron.
-Bueno, al menos allí están mis amigos.
-Hija, no te puedo asegurar que estemos cerca de ellos.
-Pero al menos estaré en el mismo país y no en un continente distinto.

Eso me hizo pensar en Zayn... Se había comprado una casa para estar cerca mía y ahora me voy.

-Nada es seguro todavía.

Me quedo callada. Me han entrado unas ganas inmensas de llorar y siento que si suelto una palabra más voy a explotar.

No sé que voy a hacer.

Me levanto para irme a mi habitación, pero mi madre me llama.

-Ainhoa, avisa a Alba de que no venga, será mejor que os veáis allí.

Asiento y me voy.

Otra cosa más. Alba iba a venir y ahora ya nada. Y Nuria estaba aquí en Los Ángeles aunque creo que le quedaba poco... no estoy segura.

Entierro la cabeza en la almohada y grito, grito lo más que puedo. No me puedo estar pasando esto a mi. Me prometió que este viaje era el último. Me siento débil, sin poder hacer nada y sin fuerzas. Aun que me sienta sin fuerzas la ira se apodera de mi y siento unas ganas tremendas de pegarle a algo.

Cojo el teléfono y marco..

-Aquí Harry.
-Harry, soy Ainhoa.
-Hey!
-Hola.
-No suenas muy animada.
-No lo estoy la verdad...
-¿Quieres hablar con Zayn? Está en la habitación de al lado, le puedo llamar.
-No, no, no le llames. Más tarde le llamo yo. Tranquilo.
-¿Segura? Él te puede ir a ver ahora.
-No, en serio. Quería pasar el rato contigo, necesito liberarme y...
-Oh, con que quieres liberarte y me llamas a mi...
-Harry, déjame terminar, no es para lo que tu piensas, mal pensado.
-¿Yo mal pensado? -dice haciéndose el ofendido.
-Sí, eres muy mal pensado Harry Styles.
-Diciéndome esas cosas me ofendes gravemente.
-¿Qué yo te ofendo a ti? Eso no te lo crees ni tú, Styles -digo riéndome de él.
-Oye, que llamo a Zayn y te castiga.

No pude aguantar una carcajada. Justo lo que necesitaba en este momento. Reírme un poco.

-Eh, no te me vayas del tema, yo me preguntaba si tú conocías algún gimnasio por aquí cerca.
-Con que era eso... Claro que lo conozco, hay uno a dos calles de mi casa.
-Cerca de la mía no de la tuya.
-Es verdad, que tú vives más lejos....

Este chico... No tiene remedio.

-Pues sí, creo que si que conozco uno -me dice.
-¿Y dónde está?
-¿Para qué lo quieres saber?
-Como ya te he dicho antes de que tu te fueses del tema, necesito liberar tensión y esas cosas.
-¿Y que quieres hacer en un gimnasio?
-No sé, quizás comerme un polo -digo en tono irónico.
-A eso le puedo dar doble sentido...
-¡HARRY!
-Vale, vale. He pillado la ironía.
-Por fin.
-Te acompañaré a ese gimnasio.
-Muchas gracias.
-¿O prefieres que avise a Zayn?
-No le digas nada a él, ni que he llamado. No quiero que piense mal o que se preocupe.
-Ah, vale. Te paso a recoger en 10 minutos. Estate lista, eh.
-Claro.

Cuelgo y me voy corriendo al armario para poner ropa de deporte. Unos pantalones cortos y una camiseta ancha no ira nada mal.

A los diez minutos exactos oigo como mi madre me avisa de que Harry está aquí.

-Hasta luego -me despido de mi madre y salgo disparada hacia el coche negro que hay aparcado en la puerta.

Al abrir la puerta me encuentro con una Harry vestido de deporte acompañado de una cinta en la cabeza. Me quedo mirándole intentando aguantar la risa.

-No te atrevas a reírte de mi -me señala con el dedo índice.

Eso me hace querer reír más.

No puedo aguantar y al final me hecho a reír en el asiento del conductor. Harry se gira y pone arranca.

-No te enfades, si te queda muy bien -me acerco y le soy un beso en la mejilla.
-Eso está mejor. No me gusta que te rías de mi.
-Yo lo hago de broma. Es que me has pillado por sorpresa.
-Bueno, ¿y que quieres hacer en el gimnasio? -me dice cambiando de tema.
-Pegarle al saco.

Harry me mira con los ojos muy abiertos.

-La carretera -le advierto.

Vuelve a girar la cabeza manteniendo la vista al frente y me pregunta:

-¿Y eso a qué se debe?
-Necesito liberarme ya te lo he dicho.
-Pero eso tiene que ser por algo en concreto, ¿no?
-No me apetece hablar ahora.

Me giro y me pongo a mirar por la ventanilla. Él parece ver como me siento y no habla más.

Aparca a tres manzanas de mi casa.

-¿Por qué venimos en coche si está tan cerca de mi casa?
-No quiero que me vean. Hoy no me apetece.
-Que extraño... -susurro.

Él me dedica una sonrisa.

Cuando miro hacia la puerta me doy cuenta que estamos entrando por detrás. Y no entiendo por que.

-Así no nos ven -me aclara.

Asiento y entro detrás de él. Saluda a un par de personas y me abre una puerta.

-¿Has estado aquí antes?
-No, pero tengo mis contactos.
-Ah.
-Estás lista para "liberarte" -hace comillas con los dedos.
-No te pases a ver si te voy a pegar a ti en vez de al saco.

Harry levanta las manos cual hombre apuntado con una pistola.

Niego con la cabeza y ando hacia donde se puede ver a gente pelear. No puedo negar que este sitio me da repelús, pero no me puedo echar atrás.

Me preparo para darle. Le voy a pegar con toda la ira que tengo por dentro. Y, la principal causa va ser por lo que me hizo ese hijo de puta.

-Ainhoa, tranquilizate. No le pegues tan fuerte que te vas a hacer daño.

Harry no sabe porque necesito darle tan fuerte. Es una necesidad.

Me coge de las muñecas y me para. Estoy sofocada. Siento como si ardiese por dentro.

-Para -me dice.
-No puedo -balbuceo.

Me sostiene un rato más por la muñecas hasta que consigo relajarme un poco.

-¿Me vas a contar que te pasa?
-Hay cosas demasiado largas...
-Tenemos tiempo -me interrumpe.
-Y otras que no te quiero contar.
-Bueno... pues cuéntame las que quieras.
-Harry, me vuelvo a España.

Me suelta de repente las muñecas.

-¿QUÉ?
-A mi padre le han dicho que se quede en España que no hará falta que nos volvamos a mudar. Que volvamos con la familia.
-Pero... No te puedes ir.
-Ya lo sé, Harry. ¿Pero que quieres que haga?
-¿Lo sabe Zayn?
-Me he enterado esta mañana.

Se queda callado. Me mira fijamente. Y en un descuido le da un fuerte puñetazo al saco. Más tarde, otro. Y luego, otro. Y otro. Intento agarrarle, o al menos apartar le pero no puedo con él.

Pienso en como hacerle parar pero es un poco arriesgado. Me puedo hacer daño, y hacérselo a él.

"Él está fuerte, no le haré daño."

Cuento tres y le planto un puñetazo en la espalda.

-Eh!
-Relájate -le exijo.
-No me pegues -se queja.
-Pues para, y no pegaré.
-Intento liberarme.

Lo fulmino con la mirada y le digo:

-Pues delante mía no te liberes que me das miedo.

Suelta una carcajada.

-¿Miedo?
-Sí, te pones demasiado agresivo.
-Eras tú la que hace un momento casi descuelga el saco.
-Yo soy diferente.
-Seguro...

Nos sentamos en una mesa que hay ahí. Me pide que le cuente todo lo de mi regreso a España, como voy a hacer para decírselo a Zayn, cuando me voy. Me dice que si yo ya no estoy aquí lo más seguro es que vendan la casa y se compren una en Londres.

Al final, después de tanta charla me lleva a mi casa, me ducho, me arreglo y nos vamos a ver a los chicos.

Por el camino me mentalizo de que se lo tengo que contar a Zayn, pero no se ni como va  a reaccionar ni como voy a contárselo.

Llegamos a su casa. Al entrar nadie se gira a mirar quien ha llegado, supondrán que es Harry. Están espachurrados en el saló, Liam mira algo en el móvil, Zayn y Louis juegan a un juego de coches con la PlayStation y Niall está detrás animando a Louis que por lo visto es quien va ganando.

-Que vida de perros lleváis.

Todos se giran al oír mi voz.

-Cariño, ¿qué haces aquí? -Zayn me pregunta extrañado.
-Harry yo de ti me duchaba -le dice Louis.- Estás demasiado mojado, creo yo.
-Estoy como a ti te gusta -y le guiña el ojo.

No puedo contenerme la risa. Que putos que son.

Zayn se acerca y me da un beso.

-Sorpresa -digo sonriendo.
-Me podrías avisar la próxima vez y me ducho.
-Entonces no sería una sorpresa.
-Eso es verdad.

Me tiene cogida por la cintura arrimada a él.

-Además, ese pelo despeinado y esos pantalones de chándal te quedan perfectos.
-Muchas gracias por lo alago, señorita.
-Para eso estamos -digo guiñándole un ojo.
-Tú tampoco te quedas corta. Con ese pelo húmedo y ese vestido... -se muerde el labio.

Me mata cuando hace eso. Le cojo la cara y me lanzo a sus labios. Los beso como si no hubiera mañana. Solo de pensar que lo voy a tener tan lejos dentro de poco...

Acostumbrada a verlo casi todos los días, por no decir todos. Se me va a hacer muy raro no verle casi.

-Habitación libre, al fondo a la derecha -oigo por detrás.

Los dos nos separamos sobresaltados.

-¿Has venido con Harry? -me pregunta Niall cuando me siento en el sofá.
-Sí. Venimos de un gimnasio.

Zayn me mira sin comprender nada.

-Ainhoa me pidió que le enseñara un gimnasio cerca de su casa para poder pegarle al saco.

Zayn hace lo mismo que Harry cuando oye lo del saco. Miro a los demás y están con la misma cara.

Ojos abiertos y boca abierta.

-¿Es que no le puedo pegar a un saco o qué?
-Claro, claro que sí.
-Pues ya está.
-¿Y eso que no me has llamado a mi?
-Prefería ir con Harry, estoy segura de que tu no me habrías dejado pegarle.
-Pues claro que no, te podrías haber hecho daño en la muñeca o algo.

Zayn y su protección..

-No me iba a romper nada.
-Te digo yo, que no se la iba a romper -Harry habla interrumpiendo nos a Zayn y a mi.- Me ha pegado un puñetazo en la espalda y no se ha hecho daño.

Zayn me mira y sonríe de lado.

-¿Me visto y damos un paseo?
-Me parece bien.
-¿Subes?

Me lo pienso...

-Voy a echarle un vistazo a la parte de arriba. No me acuerdo de como era.
-Claro,... a echarle un vistazo... -dice Louis.
-Pues si. A echarle un último vistazo.

Todos me miran extrañados. Oh, mierda, he dicho un último vistazo...

Miro a Harry quien me mira con tristeza.

-Es un decir -digo y me encamino a la parte de arriba.

Zayn va detrás mía. Esto se va a hacer más duro de lo que pensada...




miércoles, 17 de julio de 2013

IMPORTANTE.


¡¡Buenaaas!!

Lo siento, pero no es un capítulo.

Me pasaba para deciros que el Tuenti donde os aviso de cuando subo capítulo no me va (Mrs Payne All One Direction). No sé si es fallo del servidor o es que me lo han quitado. Ahora mismo tengo en la cabeza la segunda opción.

Me voy a hacer otro Tuenti para avisar de todo, para subir, en pocas palabras, lo que hacia con el otro.

Solo tengo algunos nombres de los que la leéis, así que decirme vuestro Tuenti si queréis que os avise de cuando suba y de todas esas cosas.

Ya pondré otra entrada con el nombre del nuevo Tuenti.

Gracias por leer esta entrada. Y, sobre todo, gracias por leer.

Besoooooos :33

lunes, 15 de julio de 2013

Capítulo 24: ¿Qué ha sido eso?


Eran ya casi las doce cuando Zayn se fue. Mis padres estaban en una cena y mi hermano acababa de llegar.

-Buenas noches -le dije.
-Buenas noches, pequeña -besó mi cabeza y se metió en su habitación.

Recogí el salón y la cocina, y me fui yo también a la mía. No me apetecía dormir. La verdad es que no tenía ni pizca de sueño.

-No me puedo quedar sin hacer nada.

Me puse a mirar mi habitación. Había una pila de ropa en la silla. Lo mejor sería recogerla.

-La limpiaré.
-¿Vas a limpiar tu habitación?
-Sí.

Mi hermano se encontraba en el umbral de la puerta. Mirándome de arriba a abajo, incrédulo.

-¿Me quieres ayudar?
-No, gracias.
-Que mala persona... Yo esperaba que ayudases a tu pobre hermana...
-Por mucho que lo intentes no lo vas a conseguir.

Y salió de mi campo de visión.

-¿Por dónde empiezo...?

Me acerqué a la silla, me quedé mirando la ropa.

-Música.

La puse y me volví hacia la silla y empecé a guarda la ropa. Guardada la ropa, tocaba recoger el escritorio.
No sé cuanto tiempo estuve limpiando. Mis ataques repentinos de limpiar por la noche no son normales. En España me acostumbre a limpiar por las noches, así no me achicharraba con el sol. Apagué el equipo de música y decidí tumbarme en la cama. Me apetecía leer un poco. Cogí el móvil y miré lo que tenía, unos cuantos mensajes, alguna que otra mención en Twitter, un par de notificaciones en Tuenti, y otras cosillas habían por ahí. Me puse a mirar mis fotos de Tuenti.

-Cuanto tiempo hace de esas fotos, mis tiempos chonis... No volvería ni de coña. Ay! Que graciosas estamos en esta foto.

Eramos Nuria, Alba y yo en una piscina, en la foto se nos notaba felices, yo estaba a los hombros de Alba intentando posar para la foto al igual que ella y Nuria empujándonos. Después hay más en las que aparecen Alberto, primos míos, también hay algunas de cumple años, mi prima, mi hermano, viajes, y fotos mías... un poco íntimas... más bien, vergonzosas.

-Esas fotos de aquí no salen -niego con la cabeza.- Menos mal que Zayn no las ha visto.

También habían fotos de One Direction. Me paro a mirar algunos comentarios de algunas de las fotos. No pude contenerme la risa. Habían fotos en las que decíamos lo guapos que eran, otras nos peleábamos por quien era el novio de cada una.
La típica frase de Alba era: ¡ZAYN MALIK ES MÍO Y A CALLAR BOCAS! La de Nuria: Oh, Harry, si estuvieras aquí lo que te haría... O la mía: Niña, a Liam lo dejas que él es de mi propiedad.

Hay en una foto en la que me peleo con una chica por que ha llamado a Zayn insociable. Recuerdo ese día, me puse de mala leche con todo el mundo, la gente no me podía ni mirar.

Me van viniendo a la memoria momentos con mis amigas en los que nos pasábamos tardes enteras hablando de ellos.

Giro la cabeza y miro un póster que tengo de los cinco chicos. Fijo la mirada en Zayn, y pensar que ahora es mi novio... a quien me hubiera dicho que esto pasaría el mismo día que los vi por primera vez no le hubiese creído.

Yo, Ainhoa, una chica a la cual la vida le ha dado la espalda en muchos momentos y la cual lo ha pasado fatal en demasiados momentos que guarda solo para ella, la novia del famoso integrante de la actual banda del momento, Zayn Malik...

Mis pensamientos son interrumpidos por un fuerte golpe de lo que parece ser la habitación de Niko.

Me apresuro a ir a ella.

-¿Qué ha sido eso? -digo entrando a su habitación.
-Nada, nada. Solo se me han caído un par de cosas.

Me quedo mirando lo desastrada que está su habitación. Un cojín roto, el sofá deshecho, la cama sin sábanas las cuales están tiradas por el suelo, todo lo del escritorio por el suelo, armario abierto, alguna ropa por el suelo, un cuadro roto, una cortina rota. Me quedo mirando el móvil. Está tirado por ahí separado de la carcasa y de su batería.

Miro directamente a los ojos a mi hermano. Él también me mira, pero se puede ver en la mirada que la tiene perdida. Me acerco a él y le abrazo. ¿Qué le puede haber pasado? Me corresponde el abrazo. Hunde la cabeza en mi hombro dejándose caer levemente

A pasado más de una hora pero yo le sigo abrazando fuerte, está mucho más relajado, se le nota.

No puedo evitar que se me venga a la cabeza la imagen de mi hermano si se entera de lo que me pasó... Sería brutal. Me lo imagino pegando le a todo y a todos.

Me separo de él un poco obligando le a que me mire a los ojos. Antes de incitarle a hablar ya lo ha hecho él solo.

-Verónica me ha dejado.

Abro los ojos como platos.

-¿¡QUÉ!?

Él asiente con la cabeza y la baja clavando la mirada al suelo.

-Y... ¿sabes por qué...?
-Me ha dicho que no puede seguir conmigo, que ya no siente lo mismo.
-Pero si se os veía muy enamorados.
-Eso creía yo también. Que me quería.
-¿Y tú, la querías de verdad?
-Más que a nadie, Ainhoa yo la amo.

Esas palabras me sorprenden mucho. No me extraña que la habitación esté así.

-Seguro que hay otro hombre -susurra.
-No, no, seguro que no es eso.
-También me ha dicho que necesita tiempo, espacio, que la agobio mucho.

Se separa de mí y le da un fuerte puñetazo al armario.

-Eh... No te hagas daño.
-Más no puedo hacerme.
-Hablaré con ella. Somos buenas amigas. Me contará que le pasa.
-Te contará lo mismo que a mí.
-Seguro que no. A ti solo te ha dicho eso porque se sentiría mal y no te quería hacer daño, supongo a mi me dirá como se siente, se desahogará conmigo.

Niko se gira y me mira.

-Gracias.

Niego con la cabeza.

-No me las des.
-Te mereces lo mejor del mundo, hermanita. Zayn es muy afortunado de tenerte.
-Yo soy la afortunada de tenerle a él.

Nos volvemos a abrazar y le propongo que venga a mi cama a dormir, es doble y cabemos de sobra. Se resiste un poco pero al final acepta.

Estamos tumbados en la cama. Él me da la espalda, noto que llora. Le doy un fuerte beso en la espalda y me acomodo para dormir.

***

-Cuéntame como fue la noche de ayer.

Mi madre y yo estamos en la cocina desayunando. Me sorprende pero estoy interesada en su cena de anoche. También intento evitar el tema de anoche.

-Estuvo bien. Gente de negocios.
-Como siempre.

Ella asiente.

-¿Hubo algo diferente?
-No, bueno, a tu padre le ha salido otra empresa fuera del país, en Europa, de nuevo.
-¿Eso significa que nos mudamos?
-Por ahora no lo sé, pero puede que sí.

Otra mudanza, no, por favor.




domingo, 7 de julio de 2013

Capítulo 23: Zayn...



El dolor de cabeza estaba presente en mi cabeza. Me apoyé en mis codos mirando a mi alrededor en busca de él. No estaba. Se debería haber ido por la noche. Recordé la noche pasada y no pude evitar que unas lágrimas rodaran mis mejillas. Me giré en busca de mi móvil. En lugar de este encontré una nota que decía:


Pequeña, cuando te despiertes me avisas. Necesito saber que estás bien y sobre todo, necesito saber que te pasa. Zayn xx

Joder, no sé como afrontar esta situación. Quiero verle, es más, lo necesito. Pero no estoy preparada para contarle la verdad, al menos todavía no.

No le diré que me he despertado hasta más tarde. Pensé.

Me fui al aseo, me lavé la cara y bajé a comer algo, y ya de paso tomar algo para la cabeza.
Mi madre no estaba en la cocina, que extraño. Me acerqué a su habitación. Tampoco estaba. De nuevo en la cocina me fijé que había una nota que decía que se había ido con mi padre a no se que de un trabajo, también me decía que tenía tortitas en el horno, que despertase a mi hermano pronto y que limpiase mi habitación. ¿Limpiar mi habitación? Lo siento, pero no. La cabeza me supera.
Desperté a mi hermano, me preparé el desayuno y me lo llevé a la cama. Tenía pensado pasarme, si puede ser, todo el día en ella.

Cuando terminé de desayunar, me tomé la pastilla y me quedé otra vez durmiendo.

-...Ainhoa, despierta.

-Es la hora de comer, cielo -noté que mi madre me llamaba.
-Me encuentro mal, mamá.
-¿Te duele la cabeza?
Asentí.
-¿Te has tomado algo?
Volví a asentir.
-No me apetece comer.
-Vale, sigue durmiendo.
-Gracias.

Cuando ya estaba en el umbral de la puerta se gira.

-Por cierto, me ha dicho tu hermano que te ha llamado Zayn que cuando te despiertes que le llames.

Zayn... Tenía que llamarle... Duermo un poco más y le llamo.

***

-¿¡QUÉ PASA!?

Me desperté alterada, sudando, y con un dolor de cabeza peor que el de antes. Odio tener pesadillas. El corazón me iba muy rápido. Y mi respiración era irregular. Me sentía sin fuerza alguna. No paraba de llorar.

-Eh.... Tranquila, estoy aquí.

Me quedé mirando le sin poder creer que era él. ¿Qué hacia aquí?

-Zayn...
-Shhhh.

Me abrazó y me volvió a tumbar en la cama.
Me quedé callada, llorando en su pecho. Él estaba al lado mío. Ahora mismo era lo que necesitaba. un abrazo de él.

No recuerdo el tiempo que me quedé abrazada a él.

-Ainhoa, ¿qué te pasa? -me dijo pasándome la mano por el pelo.- ¿Me lo vas a contar?
Negué con la cabeza.
-Bueno, pues cuando puedas, yo te escucharé -y me dio un beso en la cabeza.

No pude evitar llorar más. Este chico era un amor. Y yo lo estaba estropeando todo por mis putos problemas. Si nada de eso hubiese pasado...

-Ven -me tendió una mano.- Métete en la ducha que yo te voy a preparar algo de comer.

Le sonreí y el di un leve beso en los labios.

-Gracias... -le susurré.

Salió de la habitación y yo me metí al aseo. Tenía una pinta horrible. Pelos desgreñados, ojeras marcadisímas, ojos muy rojos, piel pálida. Parecía un muerto viviente. No sé como Zayn seguía a mi lado.
Me quedé mirando me a los ojos. Esos ojos que habían soltado demasiadas lágrimas en tan poco tiempo. ¿Cuánto tiempo llevaba ya? Unos seis meses, más o menos, creo. Otra lágrima volvió a aparecer. Me quité la camiseta y el pantalón quedando me en bragas. Me puse a observarme. Lo que había cambiado. Que feo estaba ahora. Marcas en las caderas. Cicatrices debajo de los brazos, detrás del cuello, una en el culo, otra en mi frente tapada por mi pelo, en brazos y piernas habían unas pocas más pero estas se disimulaban un poco, parecían heridas de caídas, aunque unas lo son. Lo son de huir de él. Caídas, latigazos,... Meneé la cabeza e intenté sacar todos esos pensamientos de mi cabeza. Respiré profundo y enchufé el grifo.

Una vez estaba fuera de la ducha y ya me había vestido con pantalones de deporte anchos y una camiseta ancha también bajé a ver como iba Zayn.

La cocina olía fatal.

-Que peste. ¿Qué estás haciendo?
-Preciosa -dijo Zayn con tono de sorpresa nada más verme.- Verás...
-Déjame a mi anda.
-Yo lo he intentado, pero esto no se me da bien.
-Ya lo sé -digo sonriendo.
-Has sonreído -dijo asombrado.
-La intención es lo que cuenta, ¿no?

Se acercó y me besó dulcemente. Yo me dejé pero enseguida me alejé de él. Me sentía un poco incómoda. Me di la vuelta para ver lo que estaba haciendo. Pizza al horno.

-¿No sabes ni hacer una pizza?
Negó con la cabeza.
-Bueno, pues vamos a hacernos unos bocadillos y ya está.
-¿Se te ha pasado el dolor de cabeza?
-Sí, gracias.

Nos sentamos a comernos los bocadillos en el sofá, uno al lado del otro. Ahora si que estaba a gusto.
Antes me habían venido imágenes a la cabeza que me daban repelús.

-Son las nueve. ¿Vemos una película?
-Me has leído la mente.
-¿Cuáles tienes?
-Están en el cajón.
-¿Y el cajón es...?
-Ah, sí, perdón. El de debajo de la tele.

Se acerca y saca unas cuantas.

-¿Iron Man 3?
-Ui, si si, que aun no la he visto.
-Pues decidido -me sonríe.

Cuando la ha puesto se vuelve a sentar a mi lado, pero esta vez con la diferencia de que el digo que se acuesta y yo me apoyó en él. Ahora les agradezco a mi padres el haber comprado un sofá bastante grande.