sábado, 27 de julio de 2013

Capítulo 25: Pero... No te puedes ir.

-No, por favor, mamá.
-Ainhoa, yo no puedo hacer nada.
-Claro que puedes y tanto que puedes. ¿Cómo no vas a poder?
-Sabes que tu padre no puede dejar de trabajar.
-Eso lo sé, pero se podría quedar en un lugar ya de una vez -digo apunto de estallar. No me pueden hacer esto otra vez.

Él se podría ir, viajar y luego volver, y nosotros quedarnos aquí.

-Sabes que lo de las mudanzas no es cosa de tu padre. Además, le han dicho que ya es el último viaje.
-¿El ultimo viaje?
-El ultimo no, porque hará más pero se refieren a que no son de tanto tiempo.
-¿Entonces ya nos quedamos en Europa?
-Si, exactamente en España.
-¿España de nuevo? Que raro que le den el mismo lugar...
-Si, eso dijeron.
-Bueno, al menos allí están mis amigos.
-Hija, no te puedo asegurar que estemos cerca de ellos.
-Pero al menos estaré en el mismo país y no en un continente distinto.

Eso me hizo pensar en Zayn... Se había comprado una casa para estar cerca mía y ahora me voy.

-Nada es seguro todavía.

Me quedo callada. Me han entrado unas ganas inmensas de llorar y siento que si suelto una palabra más voy a explotar.

No sé que voy a hacer.

Me levanto para irme a mi habitación, pero mi madre me llama.

-Ainhoa, avisa a Alba de que no venga, será mejor que os veáis allí.

Asiento y me voy.

Otra cosa más. Alba iba a venir y ahora ya nada. Y Nuria estaba aquí en Los Ángeles aunque creo que le quedaba poco... no estoy segura.

Entierro la cabeza en la almohada y grito, grito lo más que puedo. No me puedo estar pasando esto a mi. Me prometió que este viaje era el último. Me siento débil, sin poder hacer nada y sin fuerzas. Aun que me sienta sin fuerzas la ira se apodera de mi y siento unas ganas tremendas de pegarle a algo.

Cojo el teléfono y marco..

-Aquí Harry.
-Harry, soy Ainhoa.
-Hey!
-Hola.
-No suenas muy animada.
-No lo estoy la verdad...
-¿Quieres hablar con Zayn? Está en la habitación de al lado, le puedo llamar.
-No, no, no le llames. Más tarde le llamo yo. Tranquilo.
-¿Segura? Él te puede ir a ver ahora.
-No, en serio. Quería pasar el rato contigo, necesito liberarme y...
-Oh, con que quieres liberarte y me llamas a mi...
-Harry, déjame terminar, no es para lo que tu piensas, mal pensado.
-¿Yo mal pensado? -dice haciéndose el ofendido.
-Sí, eres muy mal pensado Harry Styles.
-Diciéndome esas cosas me ofendes gravemente.
-¿Qué yo te ofendo a ti? Eso no te lo crees ni tú, Styles -digo riéndome de él.
-Oye, que llamo a Zayn y te castiga.

No pude aguantar una carcajada. Justo lo que necesitaba en este momento. Reírme un poco.

-Eh, no te me vayas del tema, yo me preguntaba si tú conocías algún gimnasio por aquí cerca.
-Con que era eso... Claro que lo conozco, hay uno a dos calles de mi casa.
-Cerca de la mía no de la tuya.
-Es verdad, que tú vives más lejos....

Este chico... No tiene remedio.

-Pues sí, creo que si que conozco uno -me dice.
-¿Y dónde está?
-¿Para qué lo quieres saber?
-Como ya te he dicho antes de que tu te fueses del tema, necesito liberar tensión y esas cosas.
-¿Y que quieres hacer en un gimnasio?
-No sé, quizás comerme un polo -digo en tono irónico.
-A eso le puedo dar doble sentido...
-¡HARRY!
-Vale, vale. He pillado la ironía.
-Por fin.
-Te acompañaré a ese gimnasio.
-Muchas gracias.
-¿O prefieres que avise a Zayn?
-No le digas nada a él, ni que he llamado. No quiero que piense mal o que se preocupe.
-Ah, vale. Te paso a recoger en 10 minutos. Estate lista, eh.
-Claro.

Cuelgo y me voy corriendo al armario para poner ropa de deporte. Unos pantalones cortos y una camiseta ancha no ira nada mal.

A los diez minutos exactos oigo como mi madre me avisa de que Harry está aquí.

-Hasta luego -me despido de mi madre y salgo disparada hacia el coche negro que hay aparcado en la puerta.

Al abrir la puerta me encuentro con una Harry vestido de deporte acompañado de una cinta en la cabeza. Me quedo mirándole intentando aguantar la risa.

-No te atrevas a reírte de mi -me señala con el dedo índice.

Eso me hace querer reír más.

No puedo aguantar y al final me hecho a reír en el asiento del conductor. Harry se gira y pone arranca.

-No te enfades, si te queda muy bien -me acerco y le soy un beso en la mejilla.
-Eso está mejor. No me gusta que te rías de mi.
-Yo lo hago de broma. Es que me has pillado por sorpresa.
-Bueno, ¿y que quieres hacer en el gimnasio? -me dice cambiando de tema.
-Pegarle al saco.

Harry me mira con los ojos muy abiertos.

-La carretera -le advierto.

Vuelve a girar la cabeza manteniendo la vista al frente y me pregunta:

-¿Y eso a qué se debe?
-Necesito liberarme ya te lo he dicho.
-Pero eso tiene que ser por algo en concreto, ¿no?
-No me apetece hablar ahora.

Me giro y me pongo a mirar por la ventanilla. Él parece ver como me siento y no habla más.

Aparca a tres manzanas de mi casa.

-¿Por qué venimos en coche si está tan cerca de mi casa?
-No quiero que me vean. Hoy no me apetece.
-Que extraño... -susurro.

Él me dedica una sonrisa.

Cuando miro hacia la puerta me doy cuenta que estamos entrando por detrás. Y no entiendo por que.

-Así no nos ven -me aclara.

Asiento y entro detrás de él. Saluda a un par de personas y me abre una puerta.

-¿Has estado aquí antes?
-No, pero tengo mis contactos.
-Ah.
-Estás lista para "liberarte" -hace comillas con los dedos.
-No te pases a ver si te voy a pegar a ti en vez de al saco.

Harry levanta las manos cual hombre apuntado con una pistola.

Niego con la cabeza y ando hacia donde se puede ver a gente pelear. No puedo negar que este sitio me da repelús, pero no me puedo echar atrás.

Me preparo para darle. Le voy a pegar con toda la ira que tengo por dentro. Y, la principal causa va ser por lo que me hizo ese hijo de puta.

-Ainhoa, tranquilizate. No le pegues tan fuerte que te vas a hacer daño.

Harry no sabe porque necesito darle tan fuerte. Es una necesidad.

Me coge de las muñecas y me para. Estoy sofocada. Siento como si ardiese por dentro.

-Para -me dice.
-No puedo -balbuceo.

Me sostiene un rato más por la muñecas hasta que consigo relajarme un poco.

-¿Me vas a contar que te pasa?
-Hay cosas demasiado largas...
-Tenemos tiempo -me interrumpe.
-Y otras que no te quiero contar.
-Bueno... pues cuéntame las que quieras.
-Harry, me vuelvo a España.

Me suelta de repente las muñecas.

-¿QUÉ?
-A mi padre le han dicho que se quede en España que no hará falta que nos volvamos a mudar. Que volvamos con la familia.
-Pero... No te puedes ir.
-Ya lo sé, Harry. ¿Pero que quieres que haga?
-¿Lo sabe Zayn?
-Me he enterado esta mañana.

Se queda callado. Me mira fijamente. Y en un descuido le da un fuerte puñetazo al saco. Más tarde, otro. Y luego, otro. Y otro. Intento agarrarle, o al menos apartar le pero no puedo con él.

Pienso en como hacerle parar pero es un poco arriesgado. Me puedo hacer daño, y hacérselo a él.

"Él está fuerte, no le haré daño."

Cuento tres y le planto un puñetazo en la espalda.

-Eh!
-Relájate -le exijo.
-No me pegues -se queja.
-Pues para, y no pegaré.
-Intento liberarme.

Lo fulmino con la mirada y le digo:

-Pues delante mía no te liberes que me das miedo.

Suelta una carcajada.

-¿Miedo?
-Sí, te pones demasiado agresivo.
-Eras tú la que hace un momento casi descuelga el saco.
-Yo soy diferente.
-Seguro...

Nos sentamos en una mesa que hay ahí. Me pide que le cuente todo lo de mi regreso a España, como voy a hacer para decírselo a Zayn, cuando me voy. Me dice que si yo ya no estoy aquí lo más seguro es que vendan la casa y se compren una en Londres.

Al final, después de tanta charla me lleva a mi casa, me ducho, me arreglo y nos vamos a ver a los chicos.

Por el camino me mentalizo de que se lo tengo que contar a Zayn, pero no se ni como va  a reaccionar ni como voy a contárselo.

Llegamos a su casa. Al entrar nadie se gira a mirar quien ha llegado, supondrán que es Harry. Están espachurrados en el saló, Liam mira algo en el móvil, Zayn y Louis juegan a un juego de coches con la PlayStation y Niall está detrás animando a Louis que por lo visto es quien va ganando.

-Que vida de perros lleváis.

Todos se giran al oír mi voz.

-Cariño, ¿qué haces aquí? -Zayn me pregunta extrañado.
-Harry yo de ti me duchaba -le dice Louis.- Estás demasiado mojado, creo yo.
-Estoy como a ti te gusta -y le guiña el ojo.

No puedo contenerme la risa. Que putos que son.

Zayn se acerca y me da un beso.

-Sorpresa -digo sonriendo.
-Me podrías avisar la próxima vez y me ducho.
-Entonces no sería una sorpresa.
-Eso es verdad.

Me tiene cogida por la cintura arrimada a él.

-Además, ese pelo despeinado y esos pantalones de chándal te quedan perfectos.
-Muchas gracias por lo alago, señorita.
-Para eso estamos -digo guiñándole un ojo.
-Tú tampoco te quedas corta. Con ese pelo húmedo y ese vestido... -se muerde el labio.

Me mata cuando hace eso. Le cojo la cara y me lanzo a sus labios. Los beso como si no hubiera mañana. Solo de pensar que lo voy a tener tan lejos dentro de poco...

Acostumbrada a verlo casi todos los días, por no decir todos. Se me va a hacer muy raro no verle casi.

-Habitación libre, al fondo a la derecha -oigo por detrás.

Los dos nos separamos sobresaltados.

-¿Has venido con Harry? -me pregunta Niall cuando me siento en el sofá.
-Sí. Venimos de un gimnasio.

Zayn me mira sin comprender nada.

-Ainhoa me pidió que le enseñara un gimnasio cerca de su casa para poder pegarle al saco.

Zayn hace lo mismo que Harry cuando oye lo del saco. Miro a los demás y están con la misma cara.

Ojos abiertos y boca abierta.

-¿Es que no le puedo pegar a un saco o qué?
-Claro, claro que sí.
-Pues ya está.
-¿Y eso que no me has llamado a mi?
-Prefería ir con Harry, estoy segura de que tu no me habrías dejado pegarle.
-Pues claro que no, te podrías haber hecho daño en la muñeca o algo.

Zayn y su protección..

-No me iba a romper nada.
-Te digo yo, que no se la iba a romper -Harry habla interrumpiendo nos a Zayn y a mi.- Me ha pegado un puñetazo en la espalda y no se ha hecho daño.

Zayn me mira y sonríe de lado.

-¿Me visto y damos un paseo?
-Me parece bien.
-¿Subes?

Me lo pienso...

-Voy a echarle un vistazo a la parte de arriba. No me acuerdo de como era.
-Claro,... a echarle un vistazo... -dice Louis.
-Pues si. A echarle un último vistazo.

Todos me miran extrañados. Oh, mierda, he dicho un último vistazo...

Miro a Harry quien me mira con tristeza.

-Es un decir -digo y me encamino a la parte de arriba.

Zayn va detrás mía. Esto se va a hacer más duro de lo que pensada...




2 comentarios: