-Cinco minutos más, mamá.
-Ni cinco minutos más ni leches, que luego siempre se te hace tarde.
-No se me hace tarde, tranquila.
Pude ver por el rabillo del ojo como se acercaba a la persiana para levantar la.
-Yo estoy muy tranquila, eres tú la que se extresa.
-Que llego bien.
Me tape la cabeza con la almohada. No aguantaba el sol de buena mañana.
-Yo creo que tú eres bipolar o algo.Ahora no soportas el sol pero luego no estás en toda la tarde en casa.
Me quito la almohada y la dejo en el escritorio.
-Oyee! No me la quitees!
-Levántate, ya!
-Ya voy.
Me levante y me fui al aseo. Cerré la puerta, abrí el grifo de la ducha y me lave la cara. Espere a que el agua saliera un poco caliente para meterme debajo y lavarme solo el cuerpo.
-Ainhoa, yo me voy con tu padre a un sitio, no llegaremos hasta la noche -oí a mi madre detrás de la puerta.
Cerré el grifo, me enrolle en la toalla y salí.
-¿Que comeremos?
-Creo que vas a comer sola, tu hermano a queda para comer con alguien.
-Pues vaya... -en ese momento me pare a pensar- y puedo invitar a alguien? Para no tener que comer sola, digo.
-Vale, en la nevera tienes macarrones, los calientas y ya.
-Okey.
-Hasta la noche.
-Adiooos.
Me sequé y me puse la ropa que la noche pasada había dejado en la silla: un pantalón corto de chándal, una camiseta ancha y los deportivos.
Una vez vestida y peinada con una coleta, me hice la raya del ojo y me fui a desayunar.
Un vaso de leche y unas pocas galletas es lo que desayunaría. Mientras me las comía me puse a pensar con quien había quedado mi hermano para comer. Verónica fue la única persona que se me ocurrió. Luego se lo preguntaría.
Me quedaba lavarme los dientes y coger la mochila junto con una manzana para poder salir de casa.
Me puse un poco de música hasta llegar donde había quedado con Lucas. Sentía un cosquilleo en la barriga nada más de pensar en que lo iba a ver.
Una vez que llegué a su calle me apellé en la pared a esperarle.
-Siento la tardanza -dijo un voz a mi lado.
-No pasa nada, si yo acabo de llegar.
Dicho eso me besó.
-Vale -me dijo sonriendo.
-Vamos.
Me agarré a su brazo y comenzamos a andar en dirección al instituto.
Llegamos unos cinco minutos pronto. Nos dirigimos a clase. Al entrar nos dimos cuenta de que raro el profesor ya estaba allí, que raro.
-¿Que hará aquí ya?
-No tengo ni idea.
-Normalmente suele llegar más tarde.
-Sí, cinco minutos.
-¿Iremos ha hacer algo?
-No lo sé. Me estoy acordando que una vez en España nos llevaron a ver un museo, no avisaron para que la gente viniera y lo viera.
-Aquí nunca han hecho nada de eso.
-Es que allí son especiales -me reí.
-Me estoy imaginando la cara de la gente cuando les dijeron que se iban a ver un museo.
-La mayoría se intento ir pero no lo consiguió.
-¿Y tú que hiciste?
-A mi no me importaba ir a ver el museo. Era bonito.
-Algún día tenemos que hacer una visita turística por aquí.
-Por mí cuando quieras.
-CHICOS IR SENTÁNDOSE -gritó el profesor.
La clase trascurrió rápido. El profesor había llegado pronto porque quiso no por otra cosa.
Una vez terminaron las clases y llegamos al patio comencé a interrogar a Verónica, quería saber si era ella con la chica que había quedado mi hermano y así era, él vendría a recogerla y de aquí pasarían por casa de ella para dejar la mochila, después se irían a comer a un restaurante.
La mañana pasó rápido, me gustaba tener a Lucas en mis clases, me hacía mucha compañía, aún que a veces me distraía y me tocaba ignorarle al pobre.
Luego me acompañó a casa. Quedamos para vernos a la mañana siguiente en el mismo sitio.
Una vez dentro de casa llamé a Nuria para que se viniera a comer a mi casa.
*Conversación*
-Nuria!
-Ainhoa!
-¿Te vienes a comer a mi casa que estoy sola?
-No puedo, hoy me toca comer con mi tío.
-Joo.
-Yaa, es que me has ido a llamar el día que no puedo.
-Ahora me toca comer sola...
-No pasa nada -se rió.
-Claro como tú no eres la que come sola.
-Oye! Esta tarde quedamos, no?
-Sí, claro.
-Pues en el Starbucks de ____.
-¿Donde esta eso?
-No lo sé, tú búscalo en internet y ya.
Encendí el ordenador para ponerme a buscarlo.
-Vamos a quedar en un sitio en el que ni tú sabes donde está.
-Yo si que se donde está, la que no lo sabe eres tú.
-Normal, si no he pasado del Centro Comercial.
-Lo has visto ya?
-No, espera.
-Bueno, pues hemos quedado a las seis en la puerta.
-Vale, ya está -dije mirando la zona.- ¿Pero que es esto? ESTÁ A LA OTRA PUNTA DE DONDE ESTOY YO.
-Tampoco está tan lejos.
-Claro, porque está más cerca de ti.
-Tú estate a las seis allí y ya.
-¿Pero a que hora quieres que salga de mi casa?
-Una media hora antes o así, que con lo lenta que tú eres tardas mucho.
-Yo ahí no voy, está lejos y encima hay más Starbucks cerca.
-Sí, si que vienes.
-No, no voy.
-Pero es que no hemos quedado solo nosotras, hay más gente.
-¿Cómo que más gente?
-Si, ya las verás cuando vengas. Adiós.
-No, Nuria dime con quien has quedado!
No me escuchó me colgó antes de que pudiera decirle nada.
-Esta niña me estresa mucho.
Fui a la cocina para calentarme los macarrones. Comiendo me entretuve viendo autobuses para poder llegar al Starbucks. Tenía que coger dos autobuses. El segundo paraba justo en la puerta de este.
Cuando comí me cambié de ropa. No era plan de ir en chándal.
Me puse esto con unas sandalias blancas. Me dejé la coleta, bueno me la hice mejor.
Hice algo de deberes, no me dio tiempo a acabarlos todos, por la noche lo haría. Salí de mi casa a las cinco y veinticinco, el primer autobús que tenía que coger salía a y media.
Una vez estaba arriba me puse los auriculares, enchufé la música y miré un poco twitter. Twitteé un poco y me salí.
El segundo autobús lo tenía que coger en la misma parada a menos cuarto. Este tardó unos minutos más que el otro. Una vez estaba en el repetí lo mismo que en el otro.
Llegué dos minutos antes de las seis. Esta vez Nuria no se podía quejar, había llegado más pronto.
Vi a Nuria sentada en un banco de la puerta y pude ver a más gente con ella pero no la reconocí.
-AINHOA AQUÍ -me gritó. Las demás personas se giraron.
"No puede ser, ¿que hacen ellos aquí?" pensé.
Me di la vuelta para poder subir de nuevo al autobús pero ya no estaba.
-Mierda -susurré.
Nuria me agarró del brazo.
-¿Dónde te crees que vas?
-De vuelta a mi casa.
-Pero si acabas de llegar.
-Pero es que se te había olvidado mencionarme que habías quedado con ellos.
-Si esa parte me la salte. Era un sorpresa.
-Me podrías haber dicho: "Ainhoa arréglate un poco" o algo.
-Pero si vas bien.
-¿Que voy bien? TÚ HAS VISTO QUE PINTAS QUE LLEVO -esto último lo dije demasiado alto. Los chicos se giraron para mirarme. Que vergüenza. Noté como mis mejillas se enrojecían.
-A mi me gusta como vas.
-La ropa no esta mal pero has visto que pelos que llevo.
-Que vas bien, tonta. Mira por ahí viene Louis.
Me giré y vi a Louis acercarse.
-Chicas vamos a entrar ya a pedir, ¿que queréis?
-Bimlkonjihihiokih.
-Ainhoa ya te dije que yo no hablo ese idioma.
-Bsisbsknsk ya nsjsnsk.
-Dos cafés con nata, por favor.
-Vale -vi como se fue riéndose.
-Tiene que pensar que soy retrasada o algo.
-Que va, solo un poco.
-Oye! -le pegué en el hombro. -¿Sabes una cosa?
-Sorpréndeme.
-Louis me ha preguntado que que quiero para tomar. -comencé a dar vueltas sobre mi misma.
-Como te vea ahora si que tiene que pensar que eres retrasada. -empezó a reírse.
-No te rías de mí.
-No me río de ti, me río contigo.
-Pues a mi no me hace ninguna gracia.
-Ya lo veo ya.
-Una cosa más. ¿Qué me tenías que decir ayer?
-Que ayer cuando tú te fuiste, la rato volvieron a llamar,se disculparon, porque Zayn es tan torpe que pulsó la tecla equivocada y eso, estuvimos hablando y quedamos para hoy.
-Jopee, que guaaay!!
-Ya veees.
-Me gustaría haber estado.
-¿Y a donde te fuiste?
-Quedé con Lucas.
-¿Quién es Lucas?
-Mi novio.
-¿TU NOVIO?
-Si, mi novio y no grites tanto que no quiero que lo sepa todo el mundo.
-Me he quedado boquiabierta.
-No si ya lo veo.
-Bueno, vamos dentro que estamos tardando bastante. Ya me lo contarás luego.
-Que miedo. No quiero entrar.
-No seas tonta y vamos, nos lo vamos a pasar genial.