lunes, 10 de diciembre de 2012
Capítulo 1: Venga, demuéstramelo.
-¡Ainhoa, venga que vamos a llegar tarde! ¡Y tú, deja ya de mirarte al espejo que estás ya muy guapo hijo!
-Mamá si aún faltan dos horas para que el avión salga, no grites tanto y relájate - le digo yo acariciando sus hombros.
-Venga chicos que el taxi ya está fuera esperando - nos dice mi padre apareciendo por la puerta.
Una vez que ya estaba todo metido en el coche, nos pusimos camino al aeropuerto. Echaría de menos estar con mis amigos, que rabia me daba no poder quedarme con mi prima o con alguien, aunque fuese con mi abuela pero mis padres no me dejaban se empeñaban en que teníamos que estar todos.
-Papá, yo no entiendo ¿si esto es un viaje de trabajo por que tenemos que ir todos? y, además hace tres meses nos dijiste que Ainhoa y yo nos podríamos quedar la próxima vez que tú te tuvieses que ir - protesta Niko.
-Lo que pasa hijo es que no sabremos cuando podremos volver y si antes no me destinan a otro lado - le explica mi padre.
No me gusta nada oír esas conversiones así que cogí mi iPod, lo enchufé, me puse los auriculares, subí el volumen a una medida en la cual ya no les escuchase y me puse a mirar por la ventanilla del taxi.
Sentía como algo me meneaba, era mi madre avisándome de que ya aviamos llegado. Una vez que estábamos en el aeropuerto, facturaron las maletas y esperamos a que una voz nos avisase que ya podíamos subir al avión.
-Enana, te echo una al chinchón - me reto mi hermano.
-Sabes que vas a perder, ¿verdad? - le dije yo aceptando su reto.
-Venga ya, si siempre gano yo.
-Uii! Será mentiroso, si siempre gano yo.
-Venga, demuéstramelo.
*Media hora después*
"Señores pasajeros el vuelo con destino París despegara en diez minutos. Vayan yendo a la puerta de embarque."
-Vamos, ese es nuestro vuelo.
-La acabamos en el avión, vamos.
Dicho esto, agarremos nuestras maletas y nos dirigimos al avión. Una vez que a estábamos sentados, mi hermano y yo acabemos la partida y cómo no, gane yo.
-Ves como el que metía eras tú - le dije sacándole la lengua, eso el picaba mucho.
-Algún día de estos te voy a cortar esa lengua.
-JAJAJAJA - empecé a reírme.
Cuando paré de reírme vi que Niko intentaba dormirse, así que cogí mi iPod e hice el mismo proceso que en el taxi, solo que aquí miraba las nubes por encima, preciosas por cierto.
*Un par de horas más tarde*
-¡Wooow! ¡Cómo mola la casa! - dijimos Niko y yo al unísono.
- Yo quiero ver mi habitación, ¿cual es?
-La del fondo a la derecha - me respondió mi padre.
Fui corriendo como pude con la maleta. Cuando entré me quedé sorprendida, era chulísima. Dejé las maletas al lado de la cama, y me tiré en ella. En esta cama no se me salían los pies ni nada, era enorme, doble. Tenía una ventana bastante grande. Me acerqué para mirar a través de ella y me di cuenta que al fondo (aunque bastante lejos) se veía la Torre Eiffel.
-Yo tengo que ir ahí.
En ese momento tocaron a la puerta. Era mi madre.
-¿Te gusta?
-Es preciosa. ¿Cuándo podemos ir? - le pregunte señalando la Torre Eiffel.
-Ahora tu padre se tiene que ir a la oficina, así que supongo que mañana.
-Me parece bien. Una cosa más, ¿cuánto tiempo nos vamos a quedar?
-Creo que dos semanas - dijo mi madre saliendo de mi habitación.
-Seguro que son menos, ya verás.
Empecé a deshacer la maleta, colocar cosas, etc. mientras escuchaba C'mon C'mon.
-Voy a dar una vuelta, ¿vienes? - me preguntó Niko, cuando me vio saltando por toda la habitación y lanzando ropa al aire, no pudo contener la risa - JAJAJAJA Estás loca JAJAJAJA
-Oye, no te rías de mi que me enfado.
-Pero, JAJAJA es que JAJAJA tendrías que verte JAJAJA
-Vale, pues ahora te va ha acompañar quien yo me sé - le dije empujandole para que se fuera de mi habitación.
-No, no, vale, ya paro pero vente, por fa - dijo arrodillándose.
-Vale, si me lo pides así si que voy, dame cinco minutos.
-Vale - dijo saliendo de mi habitación con una sonrisa de oreja a oreja.
Niko y yo nos fuimos a pasear. Era todo precioso. Lleguemos de nuevo a casa a las nueve de la noche y teníamos hambre, así que cuando lleguemos comimos algo. Luego, yo me fui a dormir, estaba cansada del avión y de pasear. Además mañana tendríamos que ir a descubrir más París.
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